martes, 24 de enero de 2017

HISTORIA DE ESPAÑA: Primer trimestre

Durante este primer trimestre, en lo relativo a la asignatura de Historia de España hemos abordado los siguientes temas, calificando los contenidos en dos examenes (Temas 1,2 y 3, y temas 4 y 5).

Tema 1: Prehistoria y protohistoria. Primeras culturas.
1.      El sustrato prehistórico
1.1.   Proceso de hominización en la península. Nuevos hallazgos: Atapuerca.
2.      Inmigraciones y colonizaciones
3.      Los pueblos prerromanos

Edad de piedra

Paleolítico (800000a.C. – 8000a.C.)
El hombre en el paleolítico tiene una vida precaria y es considerado nómada al no tener un sitio fijo en el que permanecer un periodo de tiempo.
Se agrupa en tribus y su alimentación se basaba fundamentalmente en la recolección de frutos y caza de animales, por tanto tiene una economía depredadora.
El clima era cambiante (Era cuaternaria – 4 glaciaciones y periodos interglaciares). Su hábitat se centraba en cuevas, abrigos o al aire libre dependiendo del tiempo. Realizaba una industria lítica tallando piedras.
-          PALEOLÍTICO INFERIOR: Aparecen los primeros homínidos con su origen en África. En la Península Ibérica se encuentran en Atapuerca (Burgos) los restos más antiguos:
o   Homo antecesor: Sus restos fueron encontrados en la Gran Dolina y su periodo de existencia se fija más o menos en el 800000a.C. y los útiles con los que trabajaba eran lascas y cantos rodados.
o   Homo hildebergensis: Sus restos son encontrados en la Sima de los Huesos. Su periodo de existencia se centra en el 300000a.C. Los útiles con los que trabajaba eran bifaces achelenses que consistían en piedras con forma de flecha.
-          PALEOLÍTICO MEDIO: Se caracteriza por la aparición del Homo Neanderthalensis en Europa (hace unos 230000 años), Oriente Próximo y Asia central.
o   Homo Neanderthalensis: Se caracteriza por saber hacer fuego y porque tiene manifestaciones religiosas (enterrar a sus muertos…). Desarrolla una cultura musteriense con su industria lítica especializada. Se encuentran restos en diferentes lugares de la Península Ibérica (Santander, Valencia, Gibraltar…)
-          PALEOLÍTICO SUPERIOR: Se caracteriza por la aparición del Homo Sapiens y por la persistencia del Homo de Neanderthal.
o   Homo sapiens: Es nuestro antepasado directo y se supone que es “superior” al Homo de Neanderthal. Se cree que llegó a la Península Ibérica hacia el 40000a.C, a Baleares en el tercer milenio y a Canarias en el primer milenio.
o   Homo de Neanderthal: Convive con el Homo sapiens pero no se mezcla. Vive en cabañas al aire libre y en cuevas en zonas frías. Siguen siendo nómadas, aunque el número de yacimientos son abundantes gracias al aumento de la población que es debido al consumo de variadas frutas, pesca, caza, etc… Los útiles siguen siendo los mismos, si bien utilizan nuevos materiales como hueso, cuero o marfil. Los avances culturales se muestran con la práctica de pinturas parietales en paredes de cuevas y por la aparición de objetos con función de adorno. Llevan a cabo enterramientos en los que junto con los restos humanos aparecen objetos de adorno o pequeñas esculturas.
Existen yacimientos en las zonas de Levante y Cantabria (Cueva de Altamira con pinturas de animales de varios colores o Cueva del Castillo).
Se distinguen tres etapas:
§  Auriñacense
§  Solutrense
§  Magdaliense
Epipaleolítico o Mesolítico (8000 – 5500a.C)
Se caracteriza por un cambio climático que coincide con un periodo interglaciar y como consecuencia de ello abandonan las cuevas para vivir al aire libre. Desarrollan una industria de microlitos (se trata de pequeñas piedras para crear útiles adaptándolos a mangos que serían de madera o de hueso).
Yacimientos:
-          Cantabria
-          Zona del Mediterráneo: se descubre el arte rupestre con figuras humanas tratadas de forma esquemática acompañadas de animales; existe composición de escenas.
-          Zona atlántica portuguesa
Neolítico (5500 – 3000a.C)
Se produce un desarrollo de la agricultura y la ganadería desencadenando una economía productora frente a la economía depredadora. El hombre se hace sedentario. Aparecieron nuevas formas de vida relacionadas con la especialización en el trabajo, produciéndose también una jerarquización social. Aparece la propiedad privada y emplea útiles de madera, asta y piedra pulimentada. Producen también tejidos a partir de las pieles de los animales y aparece la cestería y la cerámica.
Aparecen nuevas culturas:
-          Cultura de la cerámica cardial: cuando el barro está húmedo dibujan o inciden sobre él con una concha (el cardium). Los lugares donde se encuentran son en Cataluña, Levante, Portugal y Andalucía.
-          Cultura de Almería: Se caracteriza por una cerámica lisa y por el desarrollo de manifestaciones religiosas. Realizan enterramientos circulares.
-          Cultura de los sepulcros de fosa: Realizan excavaciones para hacer enterramientos individuales colocando al difunto en posición fetal con sus ajuares (objetos, adornos y abalorios que lleva el difunto). Se encuentran restos en Cataluña.

Edad de los metales

Calcolítico o edad de cobre (5000 – 1800a.C.)
Vienen inmigrantes del Mediterráneo Oriental a la Península Ibérica en busca de cobre y estaño. Desarrollan nuevas tecnologías como la fundición de metales (cobre, oro y plata) para realizar armas y adornos.
Se llevan a cabo construcciones megalíticas y se realizan enterramientos colectivos (Dólmenes, sepulcros de corredor…).
Se desarrollan distintas culturas:
-          Cultura de los millares: Se descubre en Almería (necrópolis megalítica).
-          Cultura del vaso campaniforme: Esta cultura desarrolla una decoración geométrica incisa: los hallazgos reflejan la existencia de comercio (esta cultura se difundió por toda Europa).
Edad del bronce (1800 – 750a.C.)
El bronce es una aleación de cobre y estaño que se obtiene fundiendo dichos metales.
Se desarrollaron diversas culturas durante este periodo:
-          Cultura del argar: Su localización se fija en el sureste peninsular (Almería) y se desarrolla en 1700 y 1200 a.C. Poseían ricos ajuares, realizaban una cerámica lisa y practicaban enterramientos individuales.
-          Cultura de los campos de urnas: Se localiza en el noreste peninsular y se desarrolla en torno al 1100 a.C. Emplean nuevas técnicas y utilizan el arado tirado por animales. Incineraban a sus muertos  los depositaban en urnas.
Edad del hierro
Es el momento en el que se producen las migraciones y las culturas de los pueblos prerromanos como Tartesos:
-          Entre 1100 y 500 a.C se desarrolla este pueblo
-          Se localiza en el Valle del Guadalquivir
-          Poseían gran riqueza agrícola, ganadera y minera con una importante actividad comercial con Fenicios y Griegos.
En el ámbito social la sociedad se jerarquiza teniendo una estructura monárquica y con diferencias sociales (libres y esclavos).
En Sevilla se descubre el tesoro de Carambolo (adornos realizados en oro).

Inmigraciones y colonizaciones

Protohistoria: Etapa que se extiende desde el inicio de las primeras invasiones indoeuropeas en la Península Ibérica hacia el año 1200 a.C., hasta la presencia de los romanos en suelo ibérico, varios siglos después.
La vida humana en la Península Ibérica en el primer milenio a.C. es mejor conocida que la de las etapas anteriores ya que junto a los abundantes materiales aparecen testimonios escritos (sobre todo de autores Griegos y Romanos).
Hacia el año 1200 a.C. dieron comienzo en tierras ibéricas las invasiones, o acaso solo infiltraciones, de los pueblos indoeuropeos o celtas, cuestión que sigue rodeada de grandes enigmas. En el noreste peninsular apareció por esas fechas la denominada cultura de los campos de urnas asociada a inmigraciones de esos pueblos, que se propagó después hacia el oeste.
Colonizaciones
Las poblaciones de Fenicios, Griegos y Cartagineses llegaron a la península en busca de metales y proceden del Mediterráneo Oriental y se establecen en enclaves costeros.
Como consecuencia se desarrollan nuevos cultivos (vid y olvido), nuevas técnicas mineras, la utilización y aprovechamiento de la sal para conservar los alimentos a través de la salazón, la utilización del torno de alfarero, la aportación de la moneda y la escritura. Estos pueblos colonizadores conocían el alfabeto y practicaban la escritura.
-          FENICIOS
Su presencia en la Península Ibérica se data aproximadamente en el primer milenio, entre 800 y 775 a.C. según el yacimiento de Morro de Mezquitilla (Málaga).
Se sitúan en Andalucía, dónde desarrollan factorías (ciudades) por ejemplo Gadir (Cádiz), Sexi (Almuñécar, Granada)…
-          GRIEGOS
Su presencia se localiza en el noreste peninsular y data del siglo VIII a.C. fundando factorías comerciales como Emporion (Ampurias), Rhode (Rosas), Mainake (Málaga), Abdera (Adra), Hemeroskopeion (Denia?)
-          CARTAGINESES
Llevan a cabo dos formas colonizadores: comercial y militar. Su presencia data del siglo VIII a.C. estableciendo bases militares en Ibiza y Cartagena. Sustituyen a sus antecesores (Fenicios y Griegos). Aparte de buscar metales reclutaban mercenarios para sus guerras romanas: Guerras Púnicas. Destacan algunos generales como Amilcar Barca, Asdrúbal y Aníbal.
o   GUERRAS PÚNICAS: Guerras de Cartagineses y Romanos por el dominio militar de la Península Ibérica. Después de las primeras luchas llegan a un acuerdo firmando el tratado del Ebro. Con la firma del tratado la Península se divide en dos: Cartagineses ocupan la península desde el Ebro hacia abajo y los Romanos hacia arriba. Los cartagineses dirigidos por Aníbal se saltan el tratado y se produce una lucha en la que acaban perdiendo contra los romanos que estaban dirigidos por el general Escipión. La lucha finalizó con la invasión por parte de los Romanos de Cartagonova (Cartagena) en 209 a.C.

Los pueblos prerromanos

-          Los íberos
Se localizan en el este y sur peninsular y se organizan en ciudades-estados fortalecidos por medio de murallas.
Desarrollan una escritura y una sociedad patriarcal con una élite aristocrática.
Tienen una economía basada en la agricultura (vid y olivo) y en la minería. Desarrollan la actividad textil y utilizan la moneda.
Realizan enterramientos y practican la incineración con fosa fuera de la ciudad acompañada del ajuar.


Restos artísticos:
o   La Dama de Elche
o   La Dama de Baza
o   Bicha de Balazote

Pueblos destacados:
o   Indigetes
o   Layetanos
o   Edetanos
o   Bastetanos
o   Tudetanos


-          Los celtas
Se localizan en el centro y norte peninsular. Predominaba la ganadería salvo en los valles donde practicaban la agricultura de secano (cereal). Eran arcaicos (más atrasados que los Íberos) y desconocían la moneda porque se aislaban de los pueblos colonizadores.
Tienen una organización social tribal pero dentro de la tribu hay una cierta aristocracia. Realizan asentamientos en castros fuertemente amurallados.
Entre los pueblos del centro y oeste peninsular se desarrolla la cultura de los verracos: realizan esculturas zoomorfas toscamente talladas (jabalíes, cerdos, toros…). Tenían gran tamaño y destacan los Toros de Guisando.


Pueblos del centro y oeste:
o   Ilergetes
o   Celtíberos
o   Arébacos
o   Vetones
o   Lusitanos
Pueblos del norte:
o   Astures
o   Cántabros
o   Galaicos

Tema 2: La romanización: el legado romano y su pervivencia
1.      Hispania romana: fundamentos económicos y sociales.
1.1.   La conquista
1.2.   Las actividades económicas
1.3.   La sociedad hispano-romana
2.      El proceso de romanización
3.      La difusión del cristianismo
4.      La aportación germánica
El territorio al que los romanos llamaron Hispania fue una pieza más del imperio romano. El interés de Roma por el territorio hispano obedecía básicamente a motivos económicos y estratégicos. Ello explica que Hispania fuera explotada en beneficio de la metrópoli (Roma), pero a cambio Roma dejó un riquísimo legado, del que son ejemplos la lengua latina, el derecho romano o la red de calzadas que recorrían el territorio.
Por otra parte llegó a tierras hispanas la religión cristiana. Su difusión inicialmente lenta llegó a ser a finales del Imperio Romano espectacular.
El declive del Imperio Romano coincidió con la presencia en tierras de la Península de los pueblos germánicos. Uno de ellos, el Visigodo, terminó por unificar bajo su mandato tanto política como religiosamente casi todo el territorio.
1-Hispania romana: fundamentos económicos y sociales.
1.1-        LA CONQUISTA
Fue un proceso de larga duración que comenzó a finales del siglo III a.C. (al romperse el tratado del Ebro) y concluyó a finales del siglo I a.C.
Fases de la conquista:
-          Primera fase (218-197 a.C.)
Supuso la conquista del sur y el este peninsulares en el contexto de la Segunda Guerra Púnica, destacando la toma de Cartago Nova (209 a.C.) y Gades (202 a.C.).
-          Segunda fase (197-154 a.C.)
Llegó el dominio hasta el alto Ebro, meseta Oriental y Suroeste. Es una etapa de consolidación en la que se inicia la organización administrativa de Hispania con la creación de dos provincias: Citerior al norte y Ulterior al sur.
-          Tercera fase (154-29 a.C.)
Esta fase la podemos dividir en tres momentos, afectó a las tierras centrales y occidentales. Roma tuvo que hacer frente a vigorosos movimientos de resistencia, primero ante los lusitanos (guerras lusitanas) entre los años 154 y 137 a.C. y después ante los celtíberos (guerras celtibéricas que tuvieron lugar entre los años 154 y 133 a.C.). Viriato, dirigente lusitano, y Numancia, ciudad celtíbera, simbolizan esa actitud de resistencia. Ambos casos han pasado a la posteridad convertidos en auténticos mitos. Por último, vencida la resistencia a partir del 133 a.C. Roma inició la ocupación de la zona oeste y noreste peninsular. Poco después (123-121 a.C.) los romanos conquistaron las Islas Baleares (entre 133-31 a.C. se dieron las Guerras Civiles en Roma, en las que Césarderrota a Pompeyo en Munda (Montilla, Córdoba)).
-          Cuarta fase (29-29 a.C.)
Corresponde a las Guerras Cántabras en tiempos de Augusto, donde los romanos tuvieron que emplearse a fondo para doblegar a los Cántabros y Astures, pueblos del norte de la península.
Es el momento de la fundación de Emérita Augusta (Mérida), que fue llevada a cabo por soldados veteranos.
Finalizada la conquista de Hispania se inicia la “Pax romana”.

1.2-        LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS
Las actividades económicas y de producción se establecen teniendo como centro la ciudad. Se explotan todos los recursos de Hispania.
o   Agricultura y pesca
Los romanos cultivaban la trilogía mediterránea (vid, olivo y trigo)dirigida a la explotación.
Se introducen mejoras para la agricultura como el barbecho de tres hojas y abonos. Aparece nuevo instrumental como el arado romano y se utilizará el latifundio como unidad de producción (grandes parcelas de cultivo en manos de los poderosos).
Muy importante era asimismo la actividad pesquera en relación con la cual destacaba la industria de la salazón.
o   Sector de la minería
Hispania exporta oro, plata y cobre. En un principio las minas eran propiedad del Estado pero con el tiempo se privatizaron. Se explotaban con mano de obra esclava. Algunos ejemplos de minas son el Distrito de Cartago Nova, Riotinto en Huelva, las Médulas en León y los Corralones en Zamora.
o   Comercio y artesanía
El comercio se extendió gracias a las calzadas, puertos y el sistema monetario (basado en el denario).
Se exportan vinos, aceite y metales y se importan manufacturas y productos de lujo.
En cuanto a la artesanía destaca la producción de objetos cerámicos y el trabajo del vidrio. Los artesanos se agrupaban en collegia (gremios).

1.3-        LA SOCIEDAD HISPANO-ROMANA
La sociedad hispano-romana la podemos dividir en hombres libres y esclavos. Los hombres libres se dividen en privilegiados (tienen cierto poder político y social denominados patricios o Honestiores) y los no privilegiados (trabajadores libres denominados plebeyos o humillores).
Además existían esclavos y libertos.
Es una sociedad urbana y con gran desarrollo de las ciudades.

1.4-        CRISIS SOCIAL Y SUS CONSECUENCIAS (Crisis del siglo III d.C.)
Consiste en una crisis socioeconómica que va a tener una serie de consecuencias:
-          El declive de las ciudades
-          Ruralización por la huida hacia el campo por la presión fiscal (para evitar pagar los impuestos) y por el peligro debido a las invasiones de los pueblos germánicos.
-          Descenso de la población
-          El retroceso de la esclavitud, lo que conlleva al asentamiento en villas y a la conversión de muchos campesinos libres en colonos (personas que entregaban sus tierras a grandes propietarios a cambio de protección).
Esta situación en los últimos tiempos del imperio romano provocó tensiones y sacudidas de los grupos más desfavorecidos como los campesinos errantes y desahuciados, conocidos como bagandes.
También se produce una crisis de valores por el desprestigio y pérdida de confianza en los valores y creencias que habían sido comúnmente aceptados en las anteriores épocas de prosperidad. Proliferan nuevas sectas y religiones que ofrecían a la gente esperanzas de salvación y felicidad futura. El mitraísmo y el cristianismo fueron las creencias más difundidas (el cristianismo se impuso como religión dominante en el siglo IV).

2-Proceso de romanización

Por romanización se entiende el proceso histórico mediante el cual la población indígena de Hispania asimiló los modos de vida romanos en diversas facetas.
Sería una imposición de un modelo concreto de la sociedad, la economía, la administración y la cultura que se puede hacer extensible hasta la urbanización.
Como consecuencia de la romanización se habla la misma lengua (el latín), se realizan obras (calzadas) y se establece el derecho romano (modelo jurídico).
2.1- LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA
-          La administración provincial: Varió con el tiempo y se desarrolló a partir del 197 a.C.
o   197-S.I a.C; Se desarrollan dos provincias que acabaran desapareciendo: Uterior y Citerior.
o   S.I-III d.C; Aparecen tres provincias que sustituyen a Uterior y Citerior: Baética, Lusitania y Tarraconesis.



o   S.III-IV d.C; Se divide Tarraconensis en tres provincias: Tarraconensis, Gallaecia y Cartaginensis. Más tarde se crea la provincia Baleárica, formando así tres provincias:
§  Baética
§  Lusitania
§  Tarraconensis
§  Gallaecia
§  Cartaginensis
§  Baleárica

-          El régimen municipal: La ciudad era un elemento esencial de la vida romana. Roma, por otra parte implantó en Hispania el régimen municipal. Principalmente fue establecido en las colonias y más tarde se extendió también a las ciudades indígenas. Los municipios romanos constaban de una curia o consejo y de unos magistrados. Estos últimos, entre los que destacaban los ediles eran elegidos, actuaban colegiadamente y desempeñaban el cargo sólo durante un año (los cargos municipales no tenían remuneración y suponía altos costes para quienes los desempeñaban; los ostentaban aquellos sectores sociales dominantes de las ciudades).
-          Derecho de la ciudadanía: desde la aparición de este derecho la población de Hispania era igual en derechos a la de Roma. Se estableció en el 212 d.C. y lo implantó Caracalla.
2.2- LA CULTURA HISPANOROMANA: La cultura hispánica en el imperio y el legado artístico de Roma.
Hispania se incorporó plenamente a la cultura romana, en particular regiones como la Bética o la Tarraconensis. Las zonas del interior lo hicieron más tarde y la romanización fue menor en la cornisa Cantábrica y en las zonas montañosas del norte, donde había un débil desarrollo urbano.
El latín se impuso como lengua, tanto oficialmente como lo que se refiere al uso privado. Del pasado prerromano la única lengua que subsistió fue el Euskera. El latín, por su parte, ha dado origen a las principales lenguas de la España actual, como el castellano, el gallego o el catalán. Roma, así mismo, prestó atención a la enseñanza: había maestros privados para las clases acomodadas pero también funcionaban las escuelas públicas. No podemos olvidar por otra parte la extraordinaria influencia ejercida en Hispania por el derecho romano, patente aún en nuestros días.
En plena integración de Hispania en el mundo romano tuvo mucho que ver el hecho de que diversos emperadores procedieran de la península, por ejemplo Trajano y Adriano. Así mismo, numerosos hispanos fueron figuras importantes de la cultura romana:
-          Séneca (filósofo)
-          Quintiliano y Marcial (escritores)
-          Lucano (historiador y poeta)
-          Pomponio Mela (geógrafo)
-          Columela (agrónomo)
En el terreno de las artes el principal legado tiene que ver con las obras públicas destinadas a satisfacer las necesidades de los habitantes, por ejemplo:
-          Acueductos: El acueducto de Segovia
-          Puentes: Puente de Alcántara (Cáceres)
-          Murallas: Las murallas de Lugo
-          Teatros: Teatro de Mérida (caso más paradigmático)
-          Anfiteatros: Anfiteatro de Itálica (Sevilla)
-          Templos
-          Arcos conmemorativos: El de Bará (Tarragona) o el de Medinaceli (Soria)
-          Torres: Torre de los Escipiones (Tarragona).
No podemos olvidar la escultura, de la que quedan estatuas de divinidades o de emperadores, ni los mosaicos que a veces ofrecen escenas admirables como las hazañas de Hércules en el mosaico hallado en Liria (Valencia).

3-La difusión del cristianismo

En el ámbito de las creencias religiosas Hispania fue un auténtico mosaico. Roma se caracterizó por su gran capacidad de asimilación (adopción de los dioses griegos y orientales) además de rendir culto a otras divinidades (dioses protectores del hogar y la comunidad) y al emperador. La gran novedad de la época romana en el campo religioso, por lo que al mundo hispano se refiere, es la llegada del cristianismo. Los primeros pasos de la nueva religión en tierras hispanas son poco conocidos; no tiene el menor fundamento la noticia que habla de la predicación del apóstol Santiago en Hispania y es muy dudosa la que alude a la presencia de San Pablo. Quizá la génesis del cristianismo en Hispania se encuentre en Legio VII Gémina, asentada en León, que previamente estuvo en el norte de África, territorio en el que la nueva religión había conocido una difusión muy precoz. De todos modos, el cristianismo era una religión perseguida. Es lógico suponer que la difusión de la nueva religión se efectuara con lentitud, debido a la hostilidad de las autoridades romanas y a la persistencia de creencias paganas, muy arraigadas sobre todo entre los habitantes de las zonas rurales.
No obstante hay noticias del siglo II d.C. relativas a comunidades cristianas en tierras hispanas. San Cipriano de Cartago, habla expresamente en un testimonio del siglo III de los obispos de Astorga, León, Mérida y Zaragoza. Esos datos ponen de manifiesto el alto grado de organización que había alcanzado en esas fiestas la nueva religión en tierras hispanas, cuya base eran las parroquias en el nivel elemental y las diócesis en un grado superior.
Así se explica que a comienzos del siglo IV, cuando el cristianismo dejó de ser un culto perseguido, tras el Edicto de Milán promulgado en el año 313 por el emperador Constantino asistieron nada menos que 37 obispos del concilio celebrado en la ciudad granadina de Iliberis (Elvira).
En el 308, con Teodosio, el cristianismo se convertía en religión oficial del imperio, con lo que a partir de entonces, se transforma en el principal agente de la romanización en un mundo cada vez más ruralizado.
El prestigio que había alcanzado el cristianismo explica que se conozcan nombres relevantes de aquellos tiempos, sobre todo en el terreno de los mártires como Justo y Pastor (muertos en Alcalá de Henares). Hay noticias en Galicia de que se están dando los primeros pasos del desarrollo del monocato. Entre las primitivas figuras de la iglesia de Hispania quizás la más destacada sea la del obispo Ósio de Córdoba que fue uno de los principales protagonistas del concilio de Iliberis.
El cristianismo dejó también su huella en las manifestaciones artísticas. Los ejemplos más representativos de la época final del imperio romano nos los ofrecen los sarcófagos paleocristianos, de los que podemos recordar entre otros el de Santa Engracia en Zaragoza y el de San Félix (Girona).
Poco después del concilio de Iliberis se produjeron las primeras deviaciones doctrinales conocidas en el seno del cristianismo hispano. Nos referimos a la herejía de Prisciliano, que fue obispo de Ávila y que murió condenado en el año 385. El priscilianismo al que se acusaba de estar relacionado con la magia, y el Maniqueísmo, sobrevivió a su fundador, alcanzando una cierta difusión particularmente en tierras de Gallaecia y Lusitania.

4-La aportación germánica: la monarquía visigoda

El imperio romano fue invadido a comienzos del siglo V por los denominados pueblos bárbaros, de los cuales la mayoría (suevos, vándalos…) pertenecían al grupo de los germanos. Otros como los alanos eran de origen asiático. Poco después aparecieron en Hispania los visigodos, aunque inicialmente se asentaron en el sur de la Galia, donde fundaron el reino de Tolosa. Cuando desapareció el imperio romano de occidente en el 476 emergieron en su lugar diversos reinos germánicos. En el noroeste de Hispania, en la antigua provincia de Gallaecia, se creó el reino de los suevos. En el resto de la península ibérica se estableció en el año 510 el reino visigodo. La principal zona de asentamiento de los visigodos se localizaba en las llanuras de la meseta central, y su centro político era la ciudad de Toledo. No obstante, algunos pueblos prerromanos, en particular los vascones de los pirineos occidentales, mantenían prácticamente su independencia política. El panorama se complicó con la presencia en tierras hispanas a mediados del siglo VI de los bizantinos, cuya pretensión era restaurar el imperio romano. Los bizantinos llegaron a ocupar una parte del litoral mediterráneo de Hispania.
LOS VISIGODOS: Unidad religiosa, política y jurídica de Hispania.
Entre mediados del siglo VI y finales del VII, los visigodos llevaron a cabo una importante tarea de homogeneización del territorio hispano y sus habitantes. Inicialmente había notales diferencias, tanto jurídicas como religiosas, entre la población hispanorromana (que era mayoritaria) y los visigodos. En este reino se logra la unidad:
-          Religiosa: En el 589 en el tercer concilio de Toledo, gracias a Recaredo, se consiguió la conversión al cristianismo (antes eran arrianos).
-          Territorial: En el año 586, Leovigildo consiguió la unidad territorial completada por Suintila que consigue la expulsión del sur de los bizantinos.
-          Jurídica: En el año 654 Recesvinto promulgó el Liber Iudiciorum (Fuero Juzgo).



-          Organización política:
Los visigodos establecen la capital de Toledo. Eran monárquicos (monarquía electiva con gran debilidad).
Algunos monarcas intentaron convertir el reino visigodo en monarquía hereditaria; fue el caso del rey Leovigildo (569-586) que asoció a sus hijos como coregentes. A pesar de estos intentos, la monarquía siguió siendo electiva y profundamente inestable.
-          Organización económica:
Se habla de una economía rural y autártica. La aristocracia visigoda se hará con los grandes latifundios controlando entre uno y dos tercios de la tierra. El resto se quedará en manos del Estado y campesinos.
-          Organización social:
La población visigoda era minoritaria y existían grandes diferencias sociales: una minoría de nobles y una gran masa de campesinos, entre los que también existen diferencias:
o   Colonos: campesinos libres
o   Siervos: “Esclavos”
Continúa la feudalización (proceso iniciado por los romanos en el siglo III).
Surge el patronazgo-colonato (relación de dependencia, protección y obediencia personal)-
Aparecen los siervos como evolución de los colonos. Siervos y colonos dependen de señores que podían ser laicos o eclesiásticos (el fortalecimiento de la iglesia ayuda a mantener el estado visigodo).
EL FINAL DEL REINO DE TOLEDO
El fin de los visigodos está relacionado con problemas políticos (los reyes pierden fuerza por la lucha por el poder de las diversas familias nobiliarias), sociales y económicos.
A finales del siglo VII la economía estaba en clara recesión, por lo que aumentó la conflictividad social y las sangrientas persecuciones de algunas minorías como los judíos.
En este contexto se produjo la irrupción del islam en el mediterráneo. En el año 711, una de las frecuentes rebeliones nobiliarias entre visigodos proporcionó la excusa para el desembarco en Algeciras de una expedición musulmana. Rodrigo, el último rey visigodo fue vencido y muerto en la batalla de Guadalete (Cádiz), y en apenas tres años (711-714) el reino de Toledo se desmoronó.
LA CULTURA Y EL ARTE VISIGODO
Los visigodos estaban muy influenciados por la cultura romana, aunque conservaron algunos matices propios de su tradición. Los rasgos principales de la cultura visigoda fueron su orientación religiosa al servicio del cristianismo, y el protagonismo de los eclesiásticos. Destacaban sobre todo las escuelas episcopales. La figura más relevante de la cultura visigoda fue Isidoro de Sevilla (560-636) que nos ha dejado obras como las etimologías se carácter enciclopédico y pedagógico, cuya pretensión era salvar el legado del mundo clásico (no es extraño que se la haya considerado como la primera enciclopedia cristiana).
En el campo de las artes, lo más singular de la época visigoda es la arquitectura. También sobresale la orfebrería, que ha dejado piezas como las que constituyen el famoso tesoro de Guarrazar (Toledo).


Tema 3: La península ibérica en la edad media: al-ándalus
1.      Evolución política de Al-Ándalus
2.      La dispersión: los reinos de Taifas
3.      La organización económica y social
4.      El legado cultural y artístico

La conquista de la Península Ibérica por los musulmanes y la formación de Al-Ándalus se entiende dentro de un proceso general de expansión del Islam (nueva religión que significó el despertar de una civilización, la árabe). La conquista obedecía a la idea de la Guerra Santa (yihad) prescrita por el profeta Mahoma.
Musulmanes (en Al-Ándalus) y cristianos (en los reinos cristianos) conviven en la península ibérica durante más de siete siglos (711-1492) con distintas etapas de enfrentamientos armados o paz y de intercambio cultural y hostilidad. En esta convivencia hay un punto de inflexión (1031), momento a partir del cual podemos hablar de una cierta superioridad de los cristianos.
1-Evolución política de Al-Ándalus
1.1-        Invasión y conquista (711-714)
Entre las causas de la conquista islámica cabe destacar causas internas y externas del propio islam.
La causa interna estaría en la propia confección de expansión a través de la Guerra Santa. La razón externa hay que buscarla en el hecho puntual ocurrido en el reino visigodo. Las luchas internas entre distintas facciones nobiliarias tienen un sumido al estado visigodo en una debilidad que hace que parte de los nobles (hijos del anterior rey Witizza) pidan ayuda a tribus bereberes procedentes del norte de África (islámicas en pleno proceso de expansión) para luchar contra el rey Rodrigo y sus partidarios. De esta forma, en el año 711, un contingente de 10000 bereberes dirigidos por Tariq desembarca en Gibraltar. El enfrentamiento con el rey Rodrigo y sus partidarios termina por la batalla de Guadalete, en la que se produce la derrota y el derrumbamiento del reino visigodo. A partir de ese momento, la conquista de la península será rápida. En los lugares donde los árabes encontraron mayor resistencia (Toledo y Zaragoza) se produjeron importantes matanzas. Sin embargo hubo otras zonas que se sometieron a través de acuerdos con las autoridades, de tal forma que se respetaron las propiedades y la religión de la población; así los árabes se ganaron incluso el apoyo de campesinos y judíos cansados del desorden visigodo.
1.2-        El emirato dependiente (714-756)
Al-Ándalus, con capital en Córdoba (nombre que recibirá la Península Ibérica bajo el dominio árabe) formaba parte del Califato de Damasco (centro del poder político y religioso del islam). Los árabes continuaban con su expansión que se detendrá en el año 732 cuando son derrotados en Poitiers. En la península su primera derrota fue en Covadonga en el año 722 frente a un pequeño núcleo cristiano de resistencia encabezado por Don Pelayo.
En estos primeros momentos se asiste a continuas disputas entre las distintas facciones o grupos árabes, de tal forma que el poder árabe en Al-Ándalus es débil. Por otra parte, no existe un dominio total y efectivo sobre todo el territorio; así, en torno al Duero se produce un vacío que es conocido como “Desierto del Duero o Tierra de nadie” y, al tiempo, se consolida en el norte el núcleo Astur (cristiano).
1.3-        El emirato independiente (756-929)
La mayoría de los Omeyos fueron asesinados en una guerra civil; el clan Abasi ocupó el califato y trasladó su capital a Bagdad (Iraq). Un superviviente Omeya (Abderraman I), se trasladó al Al-Ándalus y se proclamó emir (príncipe) independiente del califato de Bagdad (756) y convirtió su poder personal en una dinastía designando heredero en vida a uno de sus hijos, estableciendo así un sistema sucesorio que se mantuvo dos siglos. A partir del año 879 el emirato cordobés entra en crisis y se produjeron numerosas revuelta locales y reivindicaciones continuas de independencia. Para hacerles frente, los emires se rodearon de un ejército personal de mercenarios generalmente esclavos (eslavos en su mayoría) y consiguieron prestigio y recursos económicos a través de las aceifas o campañas de saqueo en las tierras cristianas del norte.
1.4-        El califato de Córdoba (929-1031)
En esta situación el emir Abderramán III se proclamó califa en Córdoba en el 929, convirtiéndose en el líder político y religioso de todos los musulmanes. Restauró la unidad del estado islámico y estableció la hegemonía de Al-Ándalus sobre la península ibérica, convirtiéndose los reinos cristianos del norte en tributarios y vasallos suyos a cambio de no sufrir aceifas.
A nivel internacional Abderramán III intentó que la cultura andalusí liderara el mundo árabe e islámico promoviendo el renacimiento artístico e intelectual en Córdoba y Medina Azahara, una ciudad palacio construida desde 936 en las afueras de Córdoba y continuada por su hijo Al-Hakam II (961-976).
-          Los amiríes y la crisis del siglo XI
Tras la muerte de Al-Hakam II y durante la minoría de edad de su hijo Hisham II, el gobierno efectivo estuvo en manos de su valido (Almanzor) él y sus hijos, conocidos como los Amiríes ejercieron el poder entre 976 y 1009 (dictadura militar y expediciones de castigo contra los reinos cristianos). Tras la muerte de Almanzor (1002) uno de sus hijos pretendió ser nombrado sucesor del Califa, lo cual enfrentó a la dinastía Omeya, a los dirigentes religiosos y al pueblo en general. En el año 1009 estalló una revolución en Córdoba y fueron asesinados los Amiríes.
*En el año 1031, una asamblea de notables decretó en Córdoba el final del califato.


2-La dispersión: los reinos de Taifas

Primeras taifas (S XI)
Segundas taifas (SS XI-XII)
Terceras taifas (S XIII)

Los reinos taifas serán reinos independientes dirigidos por distintas familias (árabes, eslavos o bereberes). La fragmentación política supuso a su vez la debilidad musulmana, especialmente frente a los reinos cristianos, debilidad que se manifestará tanto en el aspecto político como en el militar. Desde el punto de vista político el pago de parias (impuestos) a los reinos cristianos hará necesario el aumento de la presión fiscal, lo que condujo al aumento del descontento social. Desde el punto de vista militar se sufre un retroceso territorial frente al continuo avance cristiano. Alfonso VI de Castilla toma Toledo en el año 1085, duro golpe para los reinos Taifas, que tomando consciencia de la debilidad en la que se encuentran pedirán ayuda a los almorávides del norte de África.
2.1- El imperio almorávide (1086-1145)
Los Almorávides derrotan a los cristianos en Zalaca (1086) y reunifican Al-Ándalus. La rapidez en la reunificación se debe a la debilidad en la que se encontraban los reinos taifas. La implantación de un rigorismo religioso (mozárabes y judíos son perseguidos) les mantiene en una yihad continua. Los éxitos de la guerra santa relajan la presión fiscal anterior, lo que repercute en un inicial apoyo de las clases populares a los Almorávides. Sin embargo, pronto comienzan los problemas, el rigorismo religioso terminó por restarles popularidad especialmente desde el momento en el que el avance cristiano vuelve a hacer necesario el aumento de la presión fiscal y por tanto el aumento del descontento popular. Los ataques sobre el imperio Almorávide tienen lugar en varios frentes: por el noreste provienen de Alfonso I de Aragón que toma Zaragoza en el año 1118; en el sur es Alfonso VII de Castilla el que presiona las fronteras del imperio; y más al sur, desde el norte de África, son los Almohades (un nuevo movimiento religioso bereber más rigorista aún) que presionan y terminan entrando en el imperio hacia el año 1145.
2.2- El imperio almohade (1145-1248)
Los almohades intentan la reunificación de Al-Ándalus que no se logra hasta el 1172, ya que el final del imperio almorávide ha dado lugar a la aparición de los segundos reinos taifas. Frente a los cristianos la mayor victoria almohada tiene lugar en Alarcos (1195). Sin embargo, una coalición cristiana dirigida por Alfonso XVIII a modo de cruzada provoca el desmoronamiento almohade, al ser vencidos en la batalla de Navas de Tolosa (1212). Las causas de la victoria cristiana son las mismas que ya se produjeron en los finales del imperio almorávide.
Entre 1212 y 1248 el avance cristiano es imparable. Jaime I de Aragón y Fernando III de Castilla avanzan hacia el sur y conquistan: Valencia, Murcia, la Mancha y la Andalucía occidental (Córdoba y Sevilla), quedando musulmanes reducidos en torno a Granada.


2.3- El reino nazarí de Granada (1248-1492)
El reino de Granada comprendía las provincias de Granada, Málaga y Almería. La debilidad musulmana frente a los cristianos convirtió al sultán en vasallo de Castilla que, sin embargo, fue capaz de mantener el reino nazarí durante más de dos siglos debido a varias causas:
-          La habilidad diplomática con la que negocia treguas tanto con Castilla como con Aragón.
-          La gran cohesión interna y la estabilidad
-          El pago de parias
A finales del siglo XV (enero de 1492) Boabdil, el último monarca de Al-Ándalus entregó la ciudad a los reyes católicos.
3-La organización económica y social
3.1- Agricultura y tierra
Desarrollan una agricultura próspera centrada en la trilogía mediterránea (vid, olivo y trigo) pero además introducen cítricos, cultivos de huerta, arboricultura y algodón. Introdujeron mejoras técnicas para el regadío como las norias y diversas leyes de aguas que controlan tanto la cantidad como la hora de regadío.
En cuanto a la propiedad, 1/5 de las tierras abandonadas pasaron a manos del Estado, que las cultivó directamente o las arrendó. Y los 4/5 restantes fueron a manos de los conquistadores musulmanes y la aristocracia hispano-visigoda. Se mantuvo el sistema anterior de latifundio-colonato en el que los colonos explotan la tierra en régimen de aparcería.
3.2- Otras actividades económicas
-          Cría de ovejas, caballos y vacas
-          Pesca
-          Explotación de salinas y bosques
-          La artesanía se organiza en talleres:
o   Textil (lana, lino, seda…)
o   Orfebrería (joyas)
o   Cerámica
o   Carpintería
-          En cuanto al comercio:
o   El interno se desarrolla en torno a focos, bazares y talleres
o   En el externo, se exportan manufacturas e importan esclavos, oro africano, pieles, maderas, especias…
-          En cuanto a las finanzas acuñaron moneda:
o   De plata (Dirhem) y oro (Dinar) hasta el siglo X
o   De cobre posteriormente, en tiempos de decadencia
3-3- La sociedad
Se define como una sociedad urbana con gran desarrollo de ciudades bien comunicadas: Valencia, Almería, Málaga, Granada, Sevilla, Córdoba, Toledo, Badajoz, Zaragoza…
Los núcleos urbanos andalusíes desempeñaban una triple función:
-          Coordinación administrativa, política y judicial (ejercidas por el Cadí)
-          Intercambio de productos e información (artesanía y comercio internacional)
-          Atracción de las rentas y excedentes agrarios de la comarca
GRUPOS SOCIALES:
-          Aristocracia urbana: poseía propiedades agrarias (árabes)
-          Clase media urbana acomodada: vivían de la artesanía, el comercio y rentas agrarias
-          El pueblo: servidores urbanos y campesinos.
GRUPOS ÉTNICOS Y RELIGIOSOS:
-          Árabes: Procedentes de oriente y descendientes de los conquistadores. Constituyen la élite.
-          Bereberes: Procedentes del norte de África. Componían el grueso del ejército y rivalizaban con los árabes.
-          Mozárabes: Cristianos que quedaron bajo el dominio musulmán.
-          Judíos: Junto con los mozárabes eran tolerados, pero no podían ocupar cargos políticos y pagaban impuestos.
·         Los musulmanes que quedaron en la península tras la caída del reino de Granada (1492) se denominan Mudéjares.

4-El legado cultural y artístico
La vida intelectual y artística en Al-Ándalus alcanzó cuotas muy altas con respecto a la Europa medieval y el resto del mundo islámico; aunque los intelectuales se expresaban en árabe, su pensamiento reflejó influencias de la filosofía y cultura persa y grecorromana.
Adquirió una gran originalidad, en particular en el periodo de las taifas (S. XI-XIII) en un clima de gran libertad intelectual. Se cultivan la literatura (Ibn-Hazm, S XI: “El collar de la paloma”), la filología, la teología, la historia, la geografía (Al-Idrisi, S. XIV), las ciencias naturales, la medicina, la filosofía (Avempace, Averroes y Maimónides) y ciencias jurídicas.
EL LEGADO ARTÍSTICO:
Destacan en la artesanía azulejos, cerámica, orfebrería, marfil y sobre todo en arquitectura.
-          En la arquitectura religiosa destacan las mezquitas (Mezquita Aljama de Córdoba), el minarete (más conocido como la Giralda de Sevilla).
-          En la arquitectura civil de época Omeya destacan las ruinas de la ciudad palacio Medina Azahara, de época nazarí sobresale el palacio Alcazaba de Granada (conocido como la Alhambra, la roja) que integra lo artificial (la construcción) con lo natural (vegetación, agua…).

Conceptos

-          Árabe: Originario de Arabia.
-          Musulman: Creyente en el islam.
-          Califa: Máxima figura tanto religiosa como política del imperio islámico.
-          Emir: Máxima figura política del emirato.
-          Al-Ándalus: Territorio de la península ibérica conquistado y manejado por musulmanes.
-          Emirato: Provincia del estado islámico.
-          Islam: Religión monoteísta (igual que el cristianismo y el judaísmo) propia de los musulmanes y creada por Mahoma.

 Tema 4: La península ibérica en la edad media: los reinos cristianos
1.    Primeros núcleos de resistencia: el nacimiento de León y de Castilla y otros reinos.
2.    Principales etapas de la reconquista.
3.    Modelos de repoblación y organización social: la mesta.
4.    La España de las tres culturas.
Desde la invasión musulmana en el año 711 hasta principios del siglo IX son pocos los núcleos cristianos que escapaban al control de los invasores. Tan solo a partir del siglo IX podemos hablar del asentamiento de estos núcleos cristianos que habían resistido al avance musulmán. Sin embargo, a partir del año 1031 y coincidiendo con el fin del Califato de Córdoba comenzará la hegemonía, avance y extensión de los reinos cristianos ya consolidados. Así, hacia mediados del siglo XIII, controlan la mayor parte de la península (los tres reinos poderosos del momento eran el reino de Portugal, el de Castilla-León y la Corona de Aragón) quedando únicamente el reino nazarí de Granada como reducto musulmán.
Este proceso lento de avance frente al territorio invadido por los musulmanes es conocido como Reconquista; paralelamente se produce un lento proceso de repoblación y de feudalización del territorio. La zona cristiana estará configurada por una variedad de reinos, con tendencia tanto a la unidad como a la disgregación. En principio se trata de pequeños núcleos rurales y pobres, sometidos a la hegemonía del Califato de Córdoba hasta el 1031, dónde se va configurando una poderosa aristocracia y un clero influyente. Por otra parte, desde el punto de vista cultural y artístico, estos reinos se abrirán a Europa occidental gracias al camino de Santiago.
1. Primeros núcleos de resistencia: el nacimiento de León y de Castilla y otros reinos.
1.1-        Reino astur-leonés o de León
El primer reino que surgió en la Cordillera Cantábrica fue el de Asturias, donde Don Pelayo promovió una revuelta en la que derrotó a los musulmanes en Covadonga (722). La leyenda difundida en torno al acontecimiento presentó al reino Astur como iniciador de la reconquista de Hispania frente a los musulmanes.
·         Alfonso I (739-757): Estableció la capital del reino en Cangas de Onís, pagó tributos al emirato de Al-Ándalus. Sus sucesores se preocuparon más por consolidar el reino que por conquistar nuevos territorios.
·         Alfonso II: Trasladó la capital a Oviedo, estableció relaciones con Carlo Magno (rey de los francos y emperador de occidente), organizó la Iglesia cristiana con independencia del arzobispado de Toledo. Durante su reinado, tuvo lugar el descubrimiento de la supuesta tumba del apóstol Santiago en Compostela, que con el tiempo se convirtió en el más importante centro de peregrinación occidental y en la capital espiritual del nuevo reino. Emprendió algunas razzies (aceifas).
·         Alfonso III (867-911): Amplía el reino llevándolo hasta el Duero. Se lleva a cabo la repoblación del norte a través de dos formas:
o   La presura: Ocupación de tierras vacías de las que el rey dispuso libremente.
o   Repoblación de nobles y eclesiásticos que ampliaron sus dominios.
·         García I (911-914): La capital se trasladó a León (914) y el reino cambió de nombre a Reino de León.
*Es el núcleo más importante hasta el siglo X, pero con problemas en la segunda mitad (Almanzor).
1.2-        El condado de Castilla
El Conde Fernán González consigue la independencia del reino de León en 950. En el siglo XI el conde García Sánchez muere sin descendencia, y Castilla pasa a ser parte del reino de Navarra y su rey Sancho III el mayor consigue el esplendor de Navarra.
1.3-        La corona de Castilla
Sancho III divide el reino de Navarra entre sus tres hijos. Fernando I hereda el condado de Castilla y se autoproclama primer rey de Castilla. En su política de fronteras lucha con los territorios de alrededor conquistando Navarra y León. En su política matrimonial se casa con la princesa leonesa y unen el reino de Castilla y el reino de León (1037-1063). Cuando muere Fernando I en 1063 divide su herencia entre sus hijos: Castilla para Sancho, León para Alfonso VI, Zamora para Urraca y Toro para Elvira.
En 1072 se produce un enfrentamiento entre hermanos, porque Sancho II quiere unir Castilla y León. En Zamora, Sancho II muere asesinado (el Cid hizo jurar a Alfonso que no había tenido nada que ver con la muerte de Sancho).
Se produce una nueva unión de Castilla y León con Alfonso VI en 1072, hasta 1157. En esta unión se suceden otros reyes, como Doña Urraca y Alfonso VII. Más tarde se independiza Portugal en 1139, proclamándose como rey Alfonso Enriquez de Portugal.
Muere Alfonso VII y se produce una nueva separación de 1157 hasta su unión definitiva en 1230 con Fernando III el santo, momento en el que se puede decir que se forma la Corona de Castilla.
1.4-        El reino de Navarra (en sus inicios llamado reino de Pamplona)
Dependencia del reino franco (imperio Carolingio). Íñigo de Arista (810) se convierte en el primer rey de Navarra ya que consigue la independencia de los Francos.
Sancho Garcés III el mayor (1004-1035) une a Navarra Aragón, Sobrarbe, Ribagorza, Castilla y parte de León. A la muerte de Sancho III se divide el reino en:
-          Castilla: Fernando I se proclama rey.
-          Aragón: Ramiro I se proclama rey.
-          Navarra: García III se proclama rey.
Navarra sufre presiones de Castilla y Aragón. Esto conduce a que en el 1076 Aragón se anexione Navarra. Estarán unidos del 1076-1134. Después este territorio se divide en Aragón y Navarra a la muerte de Alfonso I.
García Ramírez en el año 1134. Con él el reino comienza una etapa de consolidación de su propia identidad. Sin embargo, queda sin posibilidades de expansión al quedar rodeado por los grandes reinos (corona castellano-leonesa y catalano-aragonesa). Con su sucesor, Sancho VI el reino de Pamplona pasó a denominarse reino de Navarra.
1.5-        Los condados catalanes
Territorio del imperio carolingio desde el 801 (formaba parte de la marca hispánica) formado por diversos condados (Barcelona, Gerona, Rosellón, Cerdaña, Urgell y Pallars). Desde el 878 Wifredo I juna en su familia los condados y gobierna con autonomía. Sin embargo, no se da hasta el 988 a la muerte de Luis I (rey de los francos) cuando los condados catalanes adquieran la independencia al no prestar el juramento de vasallaje al nuevo rey. El Conde Barrell II unificó los condados bajo la autoridad del conde de Barcelona.
1.6-        El reino de Aragón
En principio controlado por los Francos. Consiguió la independencia en el 810 con Aznar Galindo que estableció una dinastía hereditaria. Ante la continua presión de Francos y Andalusíes los herederos de Aznar Galindo buscan protección estableciendo alianzas matrimoniales con Navarra. En el 943 Navarra termina anexionándose el condado de Aragón (en parte, fruto de las alianzas matrimoniales). A la muerte de Sancho III “mayor de Navarra”, el condado de Aragón quedará como herencia para uno de sus hijos que lo convertirá en reino. A la muerte de Sancho III (1035) el reino pasa a su hijo Ramiro I que terminó anexionándose tierras en herencia que habían recaído sobre sus hermanos, como los condados de Sobrarbe y Ribagorza (en herencia de su hermanastro Gonzalo que fue asesinado). Poco después incorpora parte de Navarra (Pamplona de su hermano García III) y en el 1076 a la muerte del rey Navarro sin descendencia, Sancho Ramirez termina anexionando el reino de Navarra al de Aragón.
Su hijo Pedro I ocupa Huesca y Barbastro abriendo la reconquista del reino de Aragón hacia el valle del Ebro. Su hermano Alfonso I el batallador toma Tudela, Zaragoza (1118) y avanza por Tarazona y Calatayud. Sin embargo, a la muerte de Alfonso I (1134) se plantean problemas testamentarios que terminan con la independencia de Navarra, mientras que los nobles aragoneses eligieron rey a Ramiro, hermano de Alfonso, que era monje y obispo de Barbastro. Sin embargo, el nuevo rey de Aragón no deseaba reinar, por lo que primero contrajo matrimonio y luego, un año después del nacimiento de su hija Petronila (1137) concertó la boda de esta con el conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV. Dada la corta edad de la novia, la boda tuvo que aplazarse hasta el año 1150 cuando esta contaba con 14 años.

1.7-        La corona de Aragón
A partir de 1137 Ramiro II se retiró de nuevo al monasterio. Al concertarse la boda se produce la unión del reino de Aragón y los condados catalanes (aunque cada estado mantuvo sus propias instituciones, leyes, costumbres, moneda y lengua) creándose así la Corona de Aragón. Ramón Berenguer IV fue nombrado príncipe de Aragón, de tal forma que el primer rey de la Corona de Aragón fue Alfonso II (hijo del matrimonio anterior).
Bajo el reinado de Jaime I “el conquistador” se completará la reconquista de esta corona (incorporaciones de Valencia y Baleares), momento a partir del cual se convertirá en una potencia marítima de enorme influencia en el mediterráneo.
2- Principales etapas de la reconquista.
Los historiadores designan con el nombre de reconquista el proceso de ocupación militar por parte de los cristianos del norte del territorio dominado por los musulmanes en la Península Ibérica. Tiene su origen en el siglo VIII (722, batalla de Covadonga) y no se completará hasta finales del siglo XV (1492).
Los núcleos cristianos fueron ganando terreno a Al-Ándalus a lo largo de un proceso discontinuo que se aceleró debido a la desaparición del Califato de Córdoba (segunda mitad del siglo XI), el fin del imperio Almorávide (mediados del siglo XII) y la desaparición del poder Almohade (primera mitad del siglo XIII).
Desde el siglo VIII al XI se manifestó la hegemonía de Al-Ándalus. Los reinos cristianos estaban en inferioridad y solo ampliaron sus fronteras hasta el valle del Duero (reino astur-leonés).
·         PRIMERA ETAPA (Segunda mitad del siglo XI- mitad del siglo XII)
Los avances más importantes los protagonizó el nuevo reino surgido de la unión de Castilla y León. El rey Alfonso VI conquistó Toledo (1085) y continuó hasta controlar el valle del Tajo. Los cristianos son derrotados por los Almorávides en Zalaca (1086) y Uclés (1108).
·         SEGUNDA ETAPA (Mitad del siglo XII)
o   El avance de la Corona de Castilla
La decadencia del imperio Almorávide fue aprovechada por Alfonso VII que reanudó las expediciones militares. La más espectacular fue la conquista de Almería en 1147 que se perdió pronto. Las nuevas dificultades para Castilla, León y Portugal llegaron con la creación del imperio Almohade que detiene la expansión cristiana. A la muerte de Alfonso VII, en 1157, Castilla y León se separan. Alfonso VIII de Castilla es derrotado por los Almohades en Alarcos (1195).
o   El avance de la Corona de Aragón
La reconquista fue más lenta en la España oriental debido en parte a que los musulmanes estaban fuertemente afincados en el valle del Ebro. En el siglo XII la parte central del valle del Ebro cayó en manos del rey de Aragón, Alfonso.
Tomando previamente Tudela, Alfonso I preparó la conquista de Zaragoza en 1118. A partir de entonces resultó relativamente fácil para los aragoneses la conquista de la rivera derecha del Ebro, donde consiguieron Tarazona, Daroca y el valle del Jalón con Calatayud. Ramón Berenguer IV (1131-1162), conde de Barcelona, tras unir los condados catalanes con el reino de Aragón (por estar casado con Petronila de Aragón) terminó la reconquista del Ebro apoderándose de Tortosa, Lérica (1149) y Fraga.
Alfonso II (hijo de Ramón Berenguer y Petronila) que fue el primer rey de la corona de Aragón, continuó la reconquista por el sur del Ebro, donde conquistó Caspe y Alcañiz y, por las tierras altas de la Cordillera Ibérica donde fundó Teruel (1171). Colaboró con Alfonso VIII de Castilla en la toma de Cuenca y firmó con él el tratado de Cazorla.
·         TERCERA ETAPA (Siglo XIII)
o   El avance de la Corona de Castilla
Alfonso VIII logró reunir una coalición de reyes cristianos (Castilla, Aragón, Navarra) a modo de cruzada que obtuvo la victoria de las Navas de Tolosa (1212) y derrotó al poder Almohade. Se abre así el camino a la expansión por el valle del Guadalquivir.
En tiempos de Fernando III “el santo” se inicia la expansión por el valle de Guadalquivir con las conquistas de Córdoba (1236), Jaén (1246) y Sevilla (1248); además, en 1243 se apoderaba de Murcia. El avance hacia el oeste prosiguió y en 1262, Alfonso X “el sabio” conquistaba las costas de Huelva y Cádiz. Al sur de estos territorios surgía el reino Nazarí de Granada.
*Siglos XIV y XV (se completará con el tema 6 Los Reyes Católicos en su apartado “La toma de Granada”).
o   El avance de la Corona de Aragón
Jaime I (nieto de Alfonso II) unió la nobleza catalana y aragonesa en una empresa común: la conquista de Mallorca en 1229. Posteriormente se conquistaría Ibiza (1235) y Menorca en el 1287.
El triunfo de Mallorca animó a Jaime I y a sus nobles a lanzarse a la conquista del reino de Valencia, que fue larga y difícil. La ciudad de Valencia se rindió en el 1238, poco a poco el resto del reino fue cayendo en poder de Jaime I “el conquistador”, que en 1253 dominaba ya los territorios por los que se podía expandir según los tratados de Cazorla y Almizra.
3- Modelos de repoblación y organización social: la Mesta.
3.1-     Una sociedad en formación: la repoblación de las llanuras (siglos VIII-XI)
Durante la alta Edad Media (siglos VIII-IX) la sociedad de los reinos cristianos estaba por lo general ruralizada y atrasada. En esta sociedad actuaron como factores dinamizadores la inmigración de los Mozárabes (que contribuyeron al desarrollo económico y al crecimiento demográfico) y la colonización o repoblación de los territorios de las llanuras (el norte de la meseta y el interior de Cataluña) que fue al principio espontánea y después estuvo controlada por el rey, ayudado por los nobles y la Iglesia.
-          Los inicios de la sociedad feudal
La sociedad de los nuevos reinos se encontraba inmersa en un proceso de feudalización que culminará en la península entre los siglos XI y XII.
Esta sociedad representa las siguientes características:
1.      Los reyes y su corte no residían en una capital estable, eran ambulantes.
2.      Los nobles eran guerreros que constituían su patrimonio familiar.
3.      Los monasterios eran centros económicos y culturales, y aseguraban la presencia de la Iglesia en el campo; también había eclesiásticos en las ciudades, encabezados por el obispo.
4.      El campesinado tenía algún tipo de dependencia material o personal (o ambas) de los grandes señores laicos y eclesiásticos.
5.      Existía una economía de subsistencia en la que los campesinos eran además artesanos; el escaso comercio se basaba en el trueque y los pagos se efectuaban en especie (sobretodo trigo).
6.      Las ciudades eran de tamaño muy reducido y generalmente desempeñaban funciones políticas y militares (Oviedo, León, Burgos…).
3.2-     Una sociedad en expansión (siglos XI-XIII)
A partir del siglo XI la sociedad de la Europa cristiana experimentó un crecimiento demográfico, un desarrollo económico y un gran dinamismo social. Este proceso continuo de forma ininterrumpida hasta el siglo XIII. Además, Castilla-León y la Corona de Aragón triplicaron su extensión.
MODELOS DE REPOBLACIÓN Y COLONIZACIÓN DEL SUR
Las tierras del sur contaban con una numerosa población musulmana y judía, ciudades de gran tamaño y en algunas áreas, una enorme riqueza agrícola. Como consecuencia, los procesos de colonización y repoblación de estas regiones, fueron menos espontáneas, y en ellos intervinieron de manera muy activa los monarcas. Los instrumentos empleados fueron los siguientes:
-          Modelos de repoblación
o   Capitulaciones: Eran acuerdos o pactos con las poblaciones sometidas (musulmanes, judíos, mozárabes) en los que respetaban sus leyes, creencias, costumbres y casi todas sus propiedades; a cambio, se les imponía contribuciones especiales. Con las capitulaciones también se fomenta la salida de musulmanes o se les obligaba a vivir en barrios propios (morerias) o a trabajar como siervos. Se aplicaron en los valles del Tajo y del Ebro y en Levante.
o   Repartimientos: Se trataba de la distribución de lotes de bienes y tierras que efectuaba el monarca entre los conquistadores. Se aplicaron durante el siglo XIII en Baleares, el campo levantino, el Valle del Guadalquivir y Murcia. En los repartimientos, las condiciones impuestas a los musulmanes fueron muy duras, lo que provocó numerosas sublevaciones de mudéjares; estos tuvieron que convertirse en siervos o fueron expulsados.
o   Privilegios y fueros: Su objetivo era atraer a nuevos colonos para que se establecieran en la zona. Se otorgan sobre todo en el área que está entre el Duero y Sierra Morena (la Mancha, Extremadura…). Entre los privilegios y fueros se encontraban:
§  Las Cartas Pueblas o de Población, que establecían las condiciones para el cultivo de las tierras.
§  Los Fueros Locales, que determinaban los derechos de una ciudad.
§  Las Cartas de Franquicias, que concedían privilegios a los colonos.
LA TRANSFORMACIÓN DE LA SOCIEDAD
Las relaciones entre señores (nobles) se establecían a través del vasallaje. Las relaciones entre señores y siervos no eran homogéneas, mientras en Castilla-León los campesinos libres podían escoger señor como protector al que rendían cuentas (aunque podían desligarse de él voluntariamente), en Cataluña la presión demográfica sobre una tierra más escasa impuso condiciones más duras (en ocasiones se les exigía una cantidad o remensa (“payeses de remensa”) para poder emigrar).
Por otra parte, el proceso de repoblación provoco una serie de transformaciones sociales de enorme importancia en los reinos cristianos:
1.      Tuvo lugar un modesto crecimiento de las ciudades, en parte, debido a la incorporación de las antiguas urbes musulmanas a los reinos cristianos y al desarrollo de los núcleos de población del camino de Santiago.
2.      Las ciudades albergaban a clérigos, guerreros, cristianos y comerciantes. El núcleo de comerciantes y artesanos se hizo permanente en algunas ciudades y fue bautizado como burgo, y sus habitantes como burgueses.
3.      Pese a todo, en este periodo la gran ciudad cristiana típica era la episcopal.
4.      Aumentó considerablemente el poder y la propiedad de la tierra en manos de la gran nobleza guerrera. Algunas familias no solo eran tan poderosas como las familias reales, sino que, a través de alianzas matrimoniales podían convertirse en aspirantes al trono. Aunque existían también nobles modestos, generalmente subordinados a aquellos (simples guerreros plebeyos).
5.      Se incrementó el poder, la influencia y las propiedades agrícolas de la iglesia, especialmente del alto clero que solían ser de familias nobles.
6.      Disminuyeron tanto las propiedades como las libertades de los campesinos.
7.      Entre los campesinos se encontraba un grupo minoritario de labradores propietarios de haciendas o animales de labranza con los que podían cultivar tierras a cambio de pagar un arriendo especialmente en las tierras de realengo (señoríos reales).
8.      La mayoría de los campesinos, aunque en teoría eran libres, no tenían tierras propias o animales de labor, y dependía de los señores laicos y eclesiásticos. Por lo general cultivaban los campos del señor (salariegos si pertenecían a señores laicos y de abadengo si pertenecían a eclesiásticos) y pagaban rentas (en forma de dinero, en especie, realizando trabajos para el señor) por el uso de la tierra y los bienes señoriales (molinos, hornos y lagares). Además, la mayoría de los campesinos dependían de la jurisdicción.
9.      Por último, existían jornaleros que cobraban un salario por su trabajo (labraban las tierras del señor a cambio de parte de la cosecha como pago).
3.3-     La Mesta
La ganadería lanar se convirtió en el sector más productivo de la economía castellanoleonesa. Su gran expansión se produjo tras la ocupación de tierras de pastos en la Mancha y Extremadura, zonas con escasez de mano de obra y con amplios espacios casi desérticos donde se practicaba la trashumancia. En 1273 Alfonso X creó el consejo de la Mesta para defender los intereses de los grandes propietarios de rebaños (nobleza, clero y órdenes militares), frente a los agricultores. La protección que los reyes le prestaron favoreció la formación de una gran cabaña de ovejas merinas, base del comercio de la lana que alcanzó gran importancia en los siglos siguientes.
*Desde el punto de vista económico, otro de los sectores productivos en los reinos occidentales fue la agricultura. Sin embargo, en los reinos orientales la actividad destacada  fue el comercio, sobretodo de Cataluña, valencia y Mallorca, cuya influencia se extendió por todo el Mediterráneo.
4- La España de las tres culturas
La convivencia en tierras hispánicas durante la Edad Media de cristianos, musulmanes y judíos supuso un enriquecedor trasvase de elementos culturales entre los tres grupos.
La comunicación entre la cultura cristiana, la musulmana y la judía favoreció notablemente desde el siglo XII, siendo uno de sus centros principales Toledo, donde se desarrolló la Escuela de Traductores de Toledo. De esta forma se dio a conocer a la cristiandad buena parte del pensamiento griego y oriental, que había sido recogido por los árabes (por ejemplo, la obra de Aristóteles). En la segunda mitad del siglo XIII, bajo el amparo del rey de Castilla Alfonso X “el sabio” se produjo un fecundo intercambio entre intelectuales de las tres religiones. Famosas fueron entre otras obras las Tablas astronómicas alfonsíes elaboradas por dos sabios hebreos que se encontraban al servicio del monarca castellano.
El principal vehículo de comunicación entre Europa y las Españas medievales lo constituyó el camino de Santiago. En el siglo XII dicha ruta llamada jacobea había conseguido tanta importancia que un clérigo francés escribió una guía para los que la recorrieran. Santiago de Compostela se convirtió en uno de los principales lugares de peregrinación para la cristiandad junto con Roma y Jerusalén.
La mencionada ruta conocida también como “camino francés” fue testigo de una gran actividad, por ella transitaron gentes de toda condición social, desde reyes hasta modestos peregrinos.
La influencia urbanística de la ruta jacobea se observa en el hecho de que ciertos núcleos de población tengan un plano singular, en el que la calle principal era precisamente el camino Santiagués. Paralelamente surgió en muchas ciudades de la ruta (por ejemplo, Pamplona, Logroño o León) un barrio de francos. Así mismo la ruta fue lugar de intercambios artísticos y culturales. El camino de Santiago desempeñó un papel decisivo de la recepción en Hispania tanto del arte románico como más tarde del gótico. Pero también se difundieron a través de él hacia Europa algunos elementos singulares de la cultura hispanomusulmana. Al mismo tiempo la ruta fue un ámbito de intercambio de mercancías pero también de corrientes literarias y de hábitos de comportamiento.
En la España cristiana surgieron diversas lenguas romance procedentes del latín. Entre ellas destacan el castellano, el catalán y el gallego.
-          El castellano, que demostró su capacidad literaria en obras como las de Gonzalo de Berceo y el poema del Mio Cid, se convirtió en lengua oficial de la corte en el siglo XIII.
-          En cuanto al catalán, sirvió de vehículo para las principales crónicas escritas en los siglos XIII y XIV, entre ellas las de Desclot y Montaner.
-          La vitalidad del gallego quedó patente en el hecho de que Alfonso X utilizara esa lengua para escribir una obra poética como Las Cantigas.
La actividad cultural estaba controlada por la Iglesia, que mantenía escuelas catedralicias y monásticas. En el siglo XIII surgieron las universidades, aparecidas en Europa poco tiempo antes. Destacó muy pronto la de Salamanca fundada por Alfonso X de León (1218). A ella se sumaron en el siglo XIV las universidades de Lleida y de Huesca, en la Corona de Aragón y la de Valladolid en Castilla. Nombres preclaros en la cultura medieval hubo muchos; entre ellos Ramón Llull y Alfonso X “el sabio”.
En el siglo XV, la Corona de Aragón, debido a su vinculación con Italia, fue un gran vehículo para la transmisión de la cultura humanística.
En cuanto al arte, durante los siglos XI y XII se difundió el arte románico, un estilo internacional de toda la cristiandad. Se caracteriza por las construcciones sólidas y majestuosas de anchos muros y por el carácter simbólico. Desde la abadía catalana de Ripoll hasta la Catedral de Santiago se extiende un rosario excepcional de Iglesias románicas de las que podemos recordar la Catedral de Jaca en Aragón o la de San Martín de Frómista en Castilla. En el siglo XIII se impulsó el nuevo estilo, el gótico, así mismo originario de Europa, que siguió en vigor durante los siglos XIV y XV. Sus rasgos típicos son los grandes vanos, posibles por la utilización de los arbotantes, la búsqueda de la luminosidad, la verticalidad, el carácter naturalista, el empleo del arpa apuntado y la bóveda de crucería (catedrales de Burgos, Toledo o León).
Paralelamente se desarrolló el denominado arte mudéjar. En él se aunaban soluciones constructivas propias del románico o gótico con técnicas materiales y elementos ornamentales de raigambre musulmana. El Alcázar de Sevilla, la Sinagoga de Tránsito de Toledo o la Catedral de Santa María de Mediávila de Teruel, son obras representativas de este estilo.

Tema 5: La baja Edad Media: La crisis de los siglos XIV y XV.

1.    La organización política. Instituciones.
2.    Crisis demográfica, económica y política.
3.    La expansión de Aragón por el Mediterráneo.
4.    Las rutas marítimas de castellanos y portugueses. Las Islas Canarias.

Este periodo se caracteriza por el fin del avance de la reconquista. Los siglos XIV y XV son de consolidación de cada reino. Se asiste al fortalecimiento del poder monárquico (aunque no faltan rivalidades por este motivo de la nobleza). Es, a su vez, el momento de fortalecimiento de las instituciones. Por otra parte, la nobleza va adquiriendo mayor peso social y económico y lucha por alcanzar un mayor poder político frente a las monarquías.
Los dos grandes reinos inician una apertura hacia el exterior; Aragón protagoniza la expansión por el Mediterráneo mientras que castilla se extenderá hacia el Atlántico (en competencia directa con Portugal).
Por otra parte el siglo XIV es un periodo de caos y estancamiento como se manifiesta a través de las crisis económica, social, demográfica y política. En el siglo XV se asiste a una lenta recuperación que, sin embargo, no tiene lugar en Cataluña y Navarra.

1-La organización política. Instituciones.

1.1-       LA MONARQUÍA
La monarquía se fortaleció durante los siglos XIV y XV en los reinos cristianos, aunque a veces esto supuso la lucha abierta contra la nobleza que, sin embargo, también mantuvo intactos sus privilegios y su poder económico.
La concepción de monarca distó mucho de la Corona de Castilla a la de Aragón. Castilla defendió una concepción autoritaria que se basaba en el derecho romano (que defendía que toda autoridad debía concentrarse en manos del soberano). El Ordenamiento de Alcalá de 1348 contribuyó a asentar los principios en los que se basaba el derecho romano. Sin embargo, en Aragón la monarquía conserva su carácter pactista, lo que reflejaba la necesidad que tuvo la monarquía aragonesa con las oligarquías del poder de forma permanente.
En Castilla se elaboró un cuerpo jurídico que reforzó el poder del rey, con leyes como las Partidas de Alfonso X y el Ordenamiento de Alcalá. Se fortaleció el ejército con un cuerpo semipermanente y se limitó la autonomía municipal.
En Aragón el monarca se encontraba muy limitado por las cortes.



1.2-       LAS CORTES
En el caso de Castilla perdieron competencias y experimentaron un declive ininterrumpido. Su papel consultivo y legislativo desapareció. A finales de la Edad Media el rey convocaba las cortes con la única intención de aprobar los impuestos y de tomar juramento al heredero. Aunque se podían formular peticiones al monarca, este estaba facultado para concederlas o no. La nobleza y el clero al estar exentos de pagar impuestos, dejaron de acudir a las cortes.
Por otra parte, las cortes de la Corona de Aragón conservaban buena parte de sus competencias aunque cada vez más limitadas. Se mantuvo la existencia separada de las cortes catalanas, valencianas y aragonesas. En las cortes el rey se comprometía a aceptar las peticiones que se le realizaban a cambio de que le fuesen concedidos los nuevos impuestos. Las cortes eran organismos de control sobre la Corona y estaban claramente dominadas por la nobleza y el clero, que tomaban las decisiones. Las cortes actuaron como un instrumento de defensa de los intereses feudales frente a los intereses de la Corona por extender su autoridad. Desde 1359 en Cataluña la Diputación pasó a ser permanente y recibió el nombre de Diputación General o Generalitat (órgano que controlaba al rey mientras las cortes no estuviesen reunidas).
1.3-       LOS MUNICIPIOS
Los municipios en los diversos reinos vieron recortadas sus competencias y su autonomía. En la Corona de Castilla para evitar los abusos y controlar el poder municipal el rey designó a los corregidores. En la Corona de Aragón la intromisión de los monarcas en los asuntos municipales fueron constantes, sobre todo con los trastámara.

2-Crisis demográfica, económica y política


2.1-        CRISIS DEMOGRÁFICA
El proceso de crecimiento de la población, continuado desde el siglo X, se interrumpió en el principio del siglo XIV. Las malas cosechas, el abandono de tierras y la falta de alimentos, explican este estancamiento. A esta situación hay que añadirle la llegada de la peste negra (1648),  que causó una elevada mortalidad. Parece que, según las zonas, la peste provocó entre un 20% y un 40% de pérdidas de población. Por otra parte, las guerras y el hambre, también contribuyeron a la regresión demográfica.
La población se fue recuperando en el siglo XV en Castilla y el Reino de Valencia, pero no así en Cataluña, donde  la crisis se mantuvo por más tiempo.


2.2-        CRISIS ECONÓMICA
-          Agricultura: Apenas había evolucionado desde la época romana. Se seguía utilizando el arado romano, el buey como animal de tiro y el sistema de rotación. Los rendimientos eran escasos, por los que un año de mala cosecha, los precios se disparaban y el hambre causaba grandes mortalidades. Los cultivos más generalizados (aunque por zonas), era el cereal, la vid y el olivo; solo el aceite era objeto de una exportación en años de buena cosecha.
-          Ganadería: La ganadería ovina experimentó un crecimiento desde el siglo XIII, sobre todo en Castilla y Aragón. Los grandes propietarios habían conseguido que Alfonso X reconociera “el sindicato”, el honrado Concejo de la Mesta, y la concesión de numerosos privilegios. Los ganaderos chocaban con los intereses de los agricultores; sin embargo, los reyes le siguieron protegiendo, porque, además de proteger ellos mismos importantes rebaños, cobraban un impuesto elevado por la producción. Además el auge ganadero se debió al aumento de la demanda de lana por parte de Flandes y al abandono de tierras provocado la crisis demográfica.
-          Artesanía: La producción artesanal era escasa y orientada al autoconsumo. Aunque sectores como el cuero y la cerámica, en Valencia, o el hierro en Vizcaya, alcanzaron un auge importante en el siglo XV, fue la fabricación de paños el sector que más se desarrolló tanto en Castilla como Cataluña. La producción estaba organizada y controlada por los gremios; sus estatutos regulaban los precios y la calidad de los productos y limitaban la competencia. La producción estaba en manos de una oligarquía de fabricantes, que controlaba la apertura de nuevos talleres y que desempeñaba un papel influyente en las ciudades. Sin embargo, la crisis demográfica golpeó con fuerza la producción artesanal; sólo se produjo una lenta recuperación hasta mediados del siglo XV en Castilla.
-          Comercio: En Castilla, se produjo un constante crecimiento de las actividades mercantiles, tanto en el interior como en el exterior. Así queda constatado a través del continuo aumento de la recaudación de la Alcabala (el impuesto que gravaba los intercambios comerciales) y que se transformó en la principal fuente de ingresos en la Corona de Castilla. Una manifestación del desarrollo de este comercio interior fueron las ferias, entre las que destacan las de Medina del Campo. El comercio castellano con el exterior, se caracterizó por la exportación de materias primas y la importación de manufacturas. El comercio de la Corona de Aragón (principalmente desarrollado en Cataluña) importaba especias de Oriente, así como oro y esclavos del norte de África. Al amparo de este desarrollo comercial surgieron los bancos y se desarrollaron el crédito y las modernas técnicas mercantiles y bancarias, como las letras de cambio o las sociedades financieras. Sin embargo, este comercio entró en decadencia, a partir del 1340 por la crisis demográfica, por la rivalidad con Génova, la exigencia de elevados impuestos para costear la política exterior de la Corona, la devaluación de la moneda. Por otra parte, los conflictos internos (entre busca y biga) y entre las autoridades de la ciudad con la Corona que desembocó en la Guerra Civil de 1492-1472 que vivió Barcelona en el siglo XV explican el hundimiento total de su economía mercantil, cuyo relevo tomó Valencia, que se convirtió en la auténtica capital financiera y comercial de la Corona Aragonesa.
2.3-        CRISIS SOCIAL
La sociedad de los siglos XIV y XV, sigue siendo estamental (estamentos privilegiados y no privilegiados). La mayor parte de la población es campesina, con una situación de dependencia respecto a los propietarios de la tierra (nobleza y clero).
En diversas ocasiones, hubo revueltas campesinas; la más importante fue la de los Payeses de remensa, que afectó a las tierras de Cataluña. La expresión con que se les conocía,  obedecía a que, si querían liberarse de la sujeción en la que se encontraban, tenían que pagar una redención o remensa. El conflicto, que fue de larga duración, alcanzó su mayor crudeza en la segunda mitad del siglo XV.  Así mismo fueron célebres las revueltas Irmandiñas en la Galicia del siglo XV, dirigidas contra los señores laicos de la región. En ellas intervinieron básicamente, campesinos, pero también gente de las villas. Hubo una primera revuelta Irmandiña en los años 30 del siglo XV, pero la más importante fue la segunda entre los años 1467 y 1469. No es posible olvidar, por otra parte, la frecuencia de las luchas antiseñoriales, agudizadas al final de la Edad Media, debido a las concesiones regias de los señoríos a los grandes nobles. También hubo conflictos urbanos; en el siglo XII, los habitantes de ciudades y villas protagonizaron revueltas, como las que tuvieron lugar en el Camino de Santiago.                                                                                                                                       Al final de la Edad Media, rebrotan los conflictos sociales; el más importante de todos fue el que estalló en Barcelona a mediados del siglo 15 entre la busca y la biga, dos plataformas que aglutinaban respectivamente a los sectores populares y poderosos. Por su parte,  la isla de Mallorca, conoció a partir del año 1450  la revuelta de los Forans, término que aludía a los habitantes de fuera de la ciudad de Palma, los cuales se sublevaron contra los campos privilegiados que allí habitaban.
2.4-        CRISIS POLÍTICA
-          Castilla: Basaba su política, durante los últimos siglos de la Edad Media, en la consecución de dos objetivos: la consolidación del poder monárquico y el fin de la Reconquista, que finalizará en el siglo XV con la toma de Granada por los Reyes Católicos.
Con la mayoría de edad de Alfonso XI, comienza esa política de reafirmación del poder real, en base a la aplicación de las normas establecidas en las partidas de Alfonso X, que son reafirmadas por el ordenamiento de Alcalá de Henares de 1348. La  guerra fratricida que estalló a mediados de siglo XIV entre Pedro I “el cruel” y Enrique de Trastámara (hijo ilegítimo de Alfonso X), finalizará con la llegada de una nueva dinastía al trono castellano, la Trastámara. A partir de este momento las concesiones a la nueva aristocracia castellana (que había ayudado a triunfo del Trastámara) fueron constantes, de tal forma que va consolidando su poder día a día. La primera mitad del siglo XV estuvo protagonizada por el enfrentamiento entre la nobleza y la monarquía. Sin embargo, en contra de lo que pueda parecer, la institución real no se estaba debilitando, sino que fue cada vez más fuerte. Ejemplos de estos enfrentamientos son:
o   La oposición de los infantes de Aragón a Juan I. Los infantes de Aragón (hijos de Fernando de Antequera), acaudillaron a los nobles en varias ocasiones, en contra de Juan I.
o   La farsa de Ávila en 1465. Buena parte de la nobleza se levantó contra Enrique IV, en una ceremonia burlesca, en lo cual, destronaron al  rey, proclamando en su lugar al infante Alfonso, un hermano de Enrique IV.  La prematura muerte de Alfonso en 1468, motivó un cambio de planes en la Liga nobiliaria castellana, la cual se dirigió a Isabel, otra hermana de Enrique IV, pero el pacto de los Toros de Guisando (1468), firmado ante Enrique IV e Isabel, a la que reconocía como heredera en perjuicio de su hija Juana (la Beltraneja), alcanzó los enfrentamientos.   Sin embargo, el matrimonio de Isabel con el heredero del trono aragonés Fernando, en 1479, motivó una reacción enérgica de Enrique IV, el cual declaró que el pacto de los Toros de Guisando había sido violado y proclamó heredera a su hija Juana. Enrique IV murió en 1474 sin que la cuestión se hubiera aclarado. La herencia fue una guerra de sucesión en Castilla entre Isabel y los linajes, afectos a la monarquía, apoyada además por los aragoneses y Juana la Beltraneja, que recibía los apoyos de la Liga nobiliaria y además de los portugueses, pues se había casado con Alfonso V, rey de Portugal.
-          Aragón: Estaba integrado por un conjunto de núcleos político-territoriales: el reino de Aragón, el Principado de Cataluña, el reino de Valencia y el de Mallorca (este último incorporado definitivamente en el siglo XIV). Durante la baja Edad Media, en la Corona de Aragón, cristalizaron dos antiguas aspiraciones, que serán la causa de profundos cambios. Estas aspiraciones fueron: la salida al mar por los aragoneses y la incorporación catalana a las empresas político-económicas del Mediterráneo, de tal forma, que el mar Mediterráneo se convirtió así en el nuevo escenario de la expansión comercial catalana.           Bajo el reinado de Pedro IV, se vive una importante inestabilidad social y una crisis económica, sin olvidar los conflictos con Castilla. En siglo XIV, se inicia para la Corona de Aragón, con un enfrentamiento entre el rey y la nobleza, lucha que termina con un fortalecimiento del poder real. Pedro IV, en su lucha contra la nobleza aragonesa, obtuvo la victoria en la batalla de Epila y el enfrentamiento con la nobleza Valenciana, le dio la victoria en Mislata. Como consecuencia, el Privilegio de la Unión, fue suprimido por el rey en 1648. Este había sido otorgado por Alfonso III (1267) a la nobleza y suponía una merma del poder real. En virtud de este privilegio, el rey no podía mandar ejecutar ni prender a ningún noble, salvo con la autorización del Justicia Mayor de Aragón y permitió a los reunidos en Cortes, designar a los consejos del rey. Sin embargo, Pedro IV respetó el privilegio general, que le había sido concedido por Pedro III, en 1286, y que significaba igualmente una merma del poder real. Pedro III concedió este privilegio a los nobles, para obtener la ayuda en sus guerras contra el Papa y Francia, a causa de la expansión por el Mediterráneo. Según este privilegio general, el rey se comprometió a reunir Cortes Generales todos los años en Zaragoza, al no actuar de oficio contra ningún noble y a confirmar los fueros; usos y costumbres de la nobleza.
El conflicto con Castilla, se dio en la denominada guerra de los dos Pedros, entre Pedro I, el Cruel, de Castilla y Pedro IV el Ceremonioso, de Aragón. El contexto de esta guerra fue que Pedro IV apoyo a Enrique de Trastámara, en sus aspiraciones a ocupar la Corona de Castilla. Enrique II, ocupo el trono castellano, pero no compensó a su amigo con el prometido reino de Murcia, por cuyo motivo se asistirá a nuevas tensiones entre Aragón y Castilla, resueltas finalmente en la paz de Almanzor (1375). A la muerte de Pedro IV, reinaron sucesivamente dos hijos suyos; Juan I y Martín I. Tras el fallecimiento sin herederos de este último, la Corona de Aragón se encuentra ante un grave problema sucesorio, que fue resuelto en 1412, con la reunión de Cortes, que tuvo lugar en la localidad de Caspe (Zaragoza). En virtud del Compromiso de Caspe, fue elegido como rey Fernando de Antequera por diversas razones: por su potencial político, económico y militar. De esta forma, durante el siglo XV, la Casa de Trastámara gobernó en Castilla y Aragón simultáneamente;  acontecimiento en el que unos han visto la decadencia de Cataluña, y otros, el anticipo de una unión de Castilla y Aragón. Tras un corto reinado, fue sucedido por su hijo Alfonso el Magnánimo, que dedicó su reinado al desarrollo de las Artes y las Letras, y a su política mediterránea, hasta el punto de recibir bastantes años en Italia. Durante su reinado, se conquistó Nápoles, convirtiéndose este lugar en centro efectivo de sus dominios. A su muerte, le sucedió a Juan II (su hermano); durante su reinado, la tensión social y un enfrentamiento político que había estado patente durante años, estalló sin remedio, provocando una guerra civil que duró 10 años (1462- 1472). Entre las causas de esta guerra, habría que citar la crisis económica, el levantamiento de remensa, el conflicto entre busca y biga en Barcelona,  pero sobre todo, el enfrentamiento entre dos posturas sobre la concepción monárquica: la pactista frente al fortalecimiento real. Como consecuencia de esta guerra, Cataluña entra en un periodo de decadencia frente al fortalecimiento de Valencia.
-          Navarra: Tuvo en los siglos XIV y XV un papel muy desdibujado, al ser un estado tapón entre Francia Castilla y Aragón, convirtiéndose en una pieza a merced de sus poderosos vecinos. Con Sancho VI, el reino de Pamplona paso a denominarse de Navarra. Tras separarse de Aragón, el reino de Granada sufrió presiones anexionistas de Castilla y Aragón y no pudo ampliar su territorio hacia el sur, pues se encontraba rodeado por sus poderosos vecinos desde 1134.  En tiempos de Sancho VII, Navarra perdió la salida al mar al incorporarse a Castilla en el año 1200, el territorio de Guipúzcoa y la mayor parte de Álava. A su muerte, la corona de Navarra paso a la casa francesa de Champaña y a finales del siglo XIII y hasta 1328, mediante el matrimonio de la reina Juana I con el futuro monarca francés a los propios reyes de Francia. De los monarcas navarros posteriores, destacó Carlos III (1387- 1425), conocido como “el noble”, el cual ordenó la construcción del palacio de Olite. En el siglo XV, Navarra fue testigo de pugnas interminables, en particular la que mantuvo Juan III, rey consorte de Navarra y posteriormente monarca aragonés, con su hijo Carlos, el Príncipe de Viana, al que no permitió reinar. En los últimos siglos del medievo se buscó inútilmente acabar con la presencia francesa en los cargos de gobierno, potenciando a los navarros. Navarra gozaba de un importante Fuero General, que fue mejorado por sucesivos monarcas. Las Cortes nacidas tardíamente tuvieron gran vitalidad en los siglos XIV y XV.

3-Expansión de la corona de Aragón por el Mediterráneo

Durante la baja Edad Media, la Corona de Aragón llevó a cabo una política de expansión en el Mediterráneo. Las razones que impulsaron a los reyes aragoneses a esta labor fueron, entre otras el final de la expansión en la península, el interés de la corona en la búsqueda de prestigio y el apoyo de la burguesía comercial catalana.
Así, los hitos más importantes de esta expansión son los siguientes:
-          Pedro III el grande se apoderó de Sicilia en 1282, y posteriormente de Córcega y Cerdeña
-          Jaime II anexiona Atenas y Neopatria
-          Bajo Pedro IV se produce la anexión definitiva de Mallorca
-          Alfonso V incorpora Nápoles ya en el siglo XV

4-Las rutas atlánticas castellanas y portuguesas

Castilla mantuvo una activa intervención en el Atlántico, tanto en la zona norte, donde fueron frecuentes los enfrentamientos con los ingleses, como en la zona sur, donde la política de expansión de los castellanos se desarrolló en competencia directa con los portugueses, que conquistan Madeira en 1419 y las Azores en 1430; sin embargo, a finales del siglo XV parecía que el afán expansionista portugués se dirigía a la exploración del litoral africano.
El hito más importante de la expansión castellana en esta época fue la conquista de las Islas Canarias. Los habitantes de las islas, conocidos como Guanches, eran pueblos atrasados; sin embargo, la conquista resultó un proceso largo debido a la incapacidad de los conquistadores, al desinterés de los reyes y a la resistencia de los canarios.
El Varón Jean de Béthencourt, caballero normando, ocupó las islas de Lanzarote, Fuerteventura y el Hierro entre 1402 y 1406, en nombre de Castilla. Desde estas islas, años después, se llevó a cabo la conquista de la Gomera. La última fase de la conquista se debió a la participación directa de la corona (ya en tiempos de los Reyes Católicos), que entre 1477 y 1496 consiguieron dominar Gran Canaria, la Palma y Tenerife.

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